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De Interni a los bosques de Fontaines
Producción innovadora y libre de tóxicos de Listone Giordano

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Movidos desde Italia, y con la necesidad de abastecerse de materia prima para producir traviesas de madera para las vías de tren, la familia Margaritelli inauguró en 1962 un aserradero en Fontaines, en la región de la Borgoña (Francia). Medio siglo más tarde, la fábrica de Listone Giordano combina de forma magistral los procesos artesanales con la tecnología más vanguardista y garantiza un exhaustivo control de calidad en sus 500 puntos de venta autorizados en el mundo. Hablamos con Aleix Oromí, director de Interni, tienda oficial de la marca en Barcelona y country manager de Listone Giordano en España, para descubrir el centro de producción de esta firma icónica de parquet de lujo.

Como en el interior de un árbol, la historia de Listone Giordano también puede leerse en los bosques que rodean su aserradero. En ellos se adentran diariamente 15 personas, distribuidas en tres equipos. “Cada mañana se levantan y van a los bosques. Pero no con la finalidad de comprar ni de cortar árboles, sino con la intención de inspeccionarlos antes de que se produzcan las subastas estatales de parcelas maderables donde los robles están listos para ser talados. Se trata de ejemplares únicos que han cumplido su ciclo. No solo son los mejores sino que han ejercido el derecho de volver a sembrar el terreno para que se vuelva a repetir el ciclo de aquí a 180 años”, explica Oromí. Estos expertos evalúan minuciosamente cada árbol, identifican su diámetro, comprueban que el pie no esté dañado, controlan la altura, el número de ramas, su tamaño y situación. Los más de 40 años de experiencia de trabajo diario en el interior de los bosques del distrito de Borgoña les lleva no solo a intuir sino a identificar con precisión el valor en stock real de los árboles que tienen ante sus ojos, bajo a los que ahora respiran y caminan. “No somos capaces de comprar más de un 10 % de lo que hemos visitado. Hay un minucioso trabajo de campo que luego se pierde. Sin embargo, es esencial para obtener el material de altísima calidad que precisa Listone Giordano”, detalla Oromí.

PRODUCCIÓN INNOVADORA Y LIBRE DE TÓXICOS

La compañía adquiere entre 30.000 m3 y 35.000 manuales al estado francés, de quien depende la gestión forestal de sus bosques. Una cantidad que, según ejemplifica Oromí, serviría para entarimar la superficie del campo de fútbol del FC Barcelona, y no con un suelo natural de unos pocos milímetros sino de hasta diez metros de altura. El equipo de Listone Giordano es quien se interna en el bosque para obtener esta madera y llevarla después al aserradero, una tarea que nunca se deja en manos de terceros”.

La madera que Listone Giordano adquiere anualmente se retirará de los bosques en los próximos dos años y pasará al stock que se almacena en el aserradero. Una cantidad se ubica en el parque de troncos, mientras que otra reposa humedecida junto al río que discurre junto a la fábrica, donde, oscurecidos por el agua, pueden permanecer hasta un año completo. Un proceso que evitará que la madera pueda ser atacada por hongos o pequeños insectos.

Dentro del almacén, ya cortada, seca y lista para encolar, Listone Giordano trata la madera de forma natural. Sus almacenes y plantas de producción garantizan una temperatura y humedad constantes que impiden los ataques de los agentes externos y permite no utilizar productos químicos como conservantes. A partir de este momento la madera se mantendrá hasta llegar a casa del cliente en unas condiciones de humedad y temperatura constante. Los barnices de Listone Giordano son 100 % residuo seco y no contienen disolventes. El producto se aplica sobre la madera con distintas capas y se seca posteriormente mediante una lámpara de rayos ultravioleta que no produce evaporaciones. Estos tratamientos tampoco contienen formaldehídos ni pentaclorofenoles y la madera, en ningún caso, presenta trazas de radioactividad. “Hay que recordar que toda la química que se utiliza en la madera será dañina para el consumidor final. De la misma forma que leemos las etiquetas de los alimentos que comemos tenemos que ser exigentes en extremar el cuidado con los productos que entran a formar parte de nuestras casas”, indica Oromí.

DE LA ARTESANÍA A LA VANGUARDIA

Listone Giordano ha demostrado saber a adaptarse a los retos que le ha marcado cada época con un excelente espíritu de superación. Aunque los orígenes del aserradero se remontan a 1962, la casa nació casi un siglo antes, en 1870. Un tiempo en el que la familia Margaritelli estuvo ligada al mundo de la madera en sus distintas etapas: del carbón a las traviesas de madera para llegar, finalmente, al parquet de lujo. “Montar esta fábrica en Fontaines fue de una complejidad enorme, algo que en la actualidad sería impensable. Con los años, la evolución de la tecnología ha hecho que la planta avance a una velocidad increíble. En agosto hemos inaugurado una línea de control de la materia prima por escáner que integra un complejísimo sistema informático”, precisa el director de Interni.

 

 

El primer requisito para la compañía es trabajar con madera 100 % certificada. Este control da al cliente una completa garantía. “Sabemos con total exactitud qué procesos se han realizado y de dónde viene la madera porque gestionamos toda nuestra materia prima y no compramos a terceros”, puntualiza Oromí. Esto significa que desde Interni, en Barcelonao bien desde las tiendas autorizadas en Viena, Zúrich, París, Tokio o New York, se puede rastrear la trazabilidad del producto. Un trabajo que daría señales de quién lo ha instalado, qué grupo ha procesado el material, quién ha seleccionado el parquet, a qué partida pertenece o de qué parcela proviene. Y en todos los casos, desde cualquier parte del mundo, siempre se haría un recorrido inverso hasta volver a los verdes bosques de Fontaines en Francia.

Imágenes: Listone Giordano